Las Comededos: ficción interactiva en encuestas de Facebook

Hace un par de días, Facebook Memories me recordó algo interesante: un experimento de narrativa no lineal que llevé a cabo hace 3 años usando su sistema de encuestas.

El jueves 22 de febrero de 2018 publiqué el comienzo de una historia al estilo Elige tu propia aventura, con opciones votables sobre qué tenía que hacer la protagonista para continuar el relato.

1er post de Las Comededos

Cualquier persona que se cruzara la publicación tenía 24 horas (el tiempo mínimo que permitía Facebook) para elegir una opción. Diariamente, durante 8 días (es decir, hasta el jueves 1 de marzo), publiqué una nueva entrega de la historia, en la que obviamente la protagonista actuaba de acuerdo al resultado de la votación anterior.

No soy ni por asomo la primera persona que hace algo como esto. Por ejemplo, sin ir más lejos, [investigar casos previos y ponerlos en esta parte del artículo]. Sin embargo, la gente que se sumó al experimento se lo tomó como algo novedoso, y en general fue una semana muy divertida.

Al terminar la historia, me propuse escribir un artículo comentando la experiencia. Nunca lo hice. Aprovecho este blog nuevo que tengo para saldar esta deuda conmigo mismo.

Resumen

Más abajo van a encontrar el texto completo de la historia. Es bastante breve, pero si quieren un resumen con spoilers:

Nueve hermanas secuestran a la protagonista y la llevan a un campamento remoto para utilizarla en un ritual misterioso. Las hermanas son las Comededos, aunque sus nombres individuales son los de las musas griegas (por alguna razón 🤷‍♀️). El nombre de la protagonista nunca se revela, pero las Comededos la llaman Festín.

La protagonista se escapa del campamento y las hermanas salen a buscarla. Ella vuelve al campamento, creyéndolo seguro, pero eventualmente las hermanas regresan también y la acorralan.

En su desesperación, la protagonista derrota a una de las hermanas y le come los dedos. Por motivos rituales, las Comededos ya no le pueden hacer daño: la protagonista se volvió una de ellas. Escapa. Un año después, la protagonista está de vacaciones con su novia y recuerda brevemente su secuestro, con la tranquilidad de ahora estar a salvo.

Notarán que la historia resultante es lineal. Si bien los códigos literarios que manejé al escribir son los de una narración ramificada, de las que he escrito un par (bah, dependiendo de cómo las definamos), Las Comededos fue una cuestión diferente desde su concepción.

Formato

Nunca escribí ni me interesó escribir el resultado de las opciones que perdían la votación. Simplemente escribía cada entrega en un par de minutos, esperaba a que Facebook me dijera la opción ganadora al día siguiente, y buscaba un ratito para improvisar la parte siguiente en base a eso.

Quienes estuvieron ahí en 2018, votando, podían elegir por dónde seguía la historia. Quienes leemos ahora, solo podemos recorrer el resultado lineal de sus decisiones.

Fue interesante trabajar dentro de las limitaciones y posibilidades del formato. Las encuestas de Facebook solo podían tener 2 opciones, y cada una tenía un máximo de 30 caracteres. En una ocasión aproveché la opción para crear una votación entre 2 imágenes (aunque en la práctica puse para elegir dos siluetas incomprensibles que de todos modos estaban demasiado oscuras para distinguirse). Cada entrega es bien cortita, en parte por mi preferencia estilística, sí, pero también en gran medida por el nivel de atención que puedo esperar de mi audiencia en el feed de una red social.

El 3er post, con opciones de imágenes

La protagonista se llama Festín porque ese es el rol que tiene al comienzo de la historia, y no esperaba que nadie recordara nombres individuales. Las hermanas sí tienen nombres, pero narrativamente son bastante intercambiables. El término “Comededos” está hecho para evocar de forma directa y transparente su rol antagónico y su objetivo inmediato en relación a la protagonista.

Terminé la historia cuando se me dio la gana. En cada entrega tuve que ir aumentando la tensión para que hubiera una sensación de direccionalidad narrativa, así que cuando llegué a una tensión parecida a un clímax di por terminado el experimento.

En la última entrega tuve un problema que no había anticipado: quería mantener el formato encuesta, para que se entendiera a primera vista que se trataba de otra entrega de la misma historia, pero no quería sugerir que había otra decisión para continuar la trama. Por supuesto, Facebook no permitía encuestas de una sola opción. Resolví que las opciones fueran la primera y la segunda mitad de la frase “Y colorín colorado, este cuento se ha acabado”. Terminó ganando “Y colorín colorado”. Sospecho que la gente no quería parecer demasiado contenta de que este cuento hubiera acabado.

La decisión final

Intenté facilitar la navegación poniéndole a cada post un par de comentarios con enlaces al resto de la historia, pero no faltó gente que pidió todavía más comodidades:

  • que cada post tuviera el texto completo de la historia hasta el momento,
  • un hashtag para ubicar rápidamente todas las entregas,
  • un Facebook Event para separar las publicaciones de mis otros posts normales y poner recordatorios.
2da decisión, con enlaces al post anterior y al siguiente en los comentarios

Recibí estas sugerencias con cordialidad, y las ignoré por completo. No tenía el tiempo ni las ganas de hacer más de lo que estaba haciendo. Bah, sí empecé a usar un hashtag al final, pero no pude aplicarlo retroactivamente a entregas anteriores porque Facebook no permite editar encuestas cerradas.

Preguntas

Al terminar la historia, le pedí a mis amigues que me hicieran preguntas para responder en el postmórtem que nunca hice pero que técnicamente estoy haciendo ahora. No podía cerrar esto sin contestarlas.

Rumpel preguntó:
¿La gente eligió cosas que no esperabas que elija? ¿Sentiste que había decisiones que eran mil veces mejores que las otras?

No demasiado. Intenté que las opciones siempre estuvieran balanceadas, ya fuera porque ambas fueran sensatas, o porque ninguna lo fuera, o porque una opción sensata se enfrentara con una más llamativa y/o graciosa. Yo siempre me incliné un poco más por las opciones graciosas, pero la idea del proyecto era obedecer a la voz del pueblo, así que nunca puse una ramificación por la que no me entusiasmara seguir. Y de todos modos, como vos bien sabrás, las historias ramificadas tienen mucho margen para mentir, así que siempre podía tomar la opción ganadora y darle la vuelta que se me antojara.

Meredith preguntó:
¿Vos tenías expectativa de qué iba a votar la gente?

Un poco, al principio. Me daba algo de miedo haber puesto decisiones demasiado obvias que le sacaran la gracia al acto de elegir. Sin embargo, con el pasar de los días, vi que los porcentajes eran relativamente parejos y eso me tranquilizó. Ninguna opción perdió con menos del 25% de los votos (salvo la última, que no importaba demasiado). Fue una cuestión muy Godzilla vs. Kong: hay que tener presente que siempre va a haber suficiente gente en internet respaldando la postura menos obvia.

Leno preguntó:
¿Qué te pareció seguir los comentarios y las conversaciones que se armaban respecto a las votaciones? ¿Cómo se siente ver el proceso de toma de decisiones de la jugadora colectiva?

Esto fue lo más gratificante de la experiencia. Fue como hacer un videojuego pero con mucho menos esfuerzo, para una audiencia muy reducida de contactos que ya estaban a mi favor, y que en el mismo acto de interactuar con la obra ya generaban el feedback y la validación que es la mejor parte de publicar un juego. Normalmente tengo que sentarme a esperar que totales desconocides me comenten el juego o se graben haciendo un Let’s Play, con mucha suerte.


A continuación, para dar por terminada esta retrospectiva, lo prometido: el texto completo de la historia. Cada parte tiene enlace al post original, indicación de cuántas personas votaron, y las dos opciones disponibles (con la opción ganadora en negrita y acompañada de una estrella).

Las Comededos
(texto completo)

Parte 1
(9 votos)

Te abrís paso entre las malezas y llegás a la entrada de una Gruta de aspecto místico. Las Comededos te están siguiendo el rastro, pero alcanzás a esconderte detrás de un árbol antes de que aparezcan.

—¿Dónde está el Festín? No esperaba que corriera tan rápido —dice una.

Están las Nueve acá, o sea que dejaron el Campamento vacío. Se acercan cada vez más al árbol, pero por unos momentos miran todas hacia el Este. Es tu oportunidad.

  • Correr hacia la Gruta (33%)
  • Ir hacia el Campamento (67%)

Parte 2
(22 votos)

Llegás al Campamento de las Comededos. Vacío, como esperabas, o al menos eso parece: la oscuridad es abrumadora.

Podés ver la silueta del Altar y los preparativos del Festín. Los Instrumentos están dispuestos alrededor del Altar, pero en las tinieblas no se distinguen bien. Vas a necesitar alguno si querés sobrevivir esta noche.

La fogata está recién apagada, y lista para reiniciar en cualquier momento, pero las Comededos todavía están cerca.

  • Tomar Instrumento al azar (68%)
  • Encender fogata (32%)

Parte 3
(16 votos)

Las Comededos se percatarían de la fogata inmediatamente. Decidís agarrar un Instrumento en la oscuridad.

(69%) 😉⭐
(31%)

Parte 4
(19 votos)

Extendés la mano hacia una suerte de palo con protuberancias. Agarrás lo que parece el mango, pero se siente más como un trapo, y todo el resto del Instrumento está hecho del mismo material, salvo por unos diez palitos atados con hilo que cuelgan de una parte. Son todos del tamaño de un dedo humano.

—¿Quién anda ahí? —escuchás.

Una de las Comededos, Talía, acaba de volver al Campamento. La deben haber mandado a buscar algo. Tuvieron poco tiempo para prepararse una vez que te escapaste del Festín. No sabés si está mirando en tu dirección.

—Si llega a haber alguien, te juro que tengo a todas mis Hermanas acá en menos de un minuto —dice Talía, mientras se acerca a la fogata para prenderla.

  • Atacar (26%)
  • Esconderte (74%)

Parte 5
(46 votos)

Te metés rápido en una de las carpas. Por suerte no es la misma en la que las Comededos te tuvieron por horas antes de que lograras escaparte.

Afuera, Talía prende la fogata y recorre el Campamento. Hay un ruido de que agarró lo que venía a buscar. Parece estar satisfecha y a punto de regresar a sus ocho Hermanas, cuando empezás a sentir una fuerza imperiosa cerca de vos, algo dentro de la carpa que te llama con una voz muda y urgente.

Te das vuelta. Es un piano.

  • Tocar (65%)
  • Resistir (35%)

Parte 6
(22 votos)

Empezás a tocar el piano con energía, y resuena en todo el Campamento. No había manera de que pudieras contener el impulso. Con la diestra improvisás una melodía desaforada, con la zurda tratás de acompañar pero sin soltar el Instrumento de trapo.

Escuchás a Talía chiflar y acto seguido la ves entrando a la carpa. Tiene un gesto de desagrado profundo, el sonido la hiere visiblemente. Afuera empiezan a sonar las carcajadas de las Comededos que se acercan.

—Se te terminó la suerte, Festín —dice.

  • Seguir tocando (41%)
  • Usar Instrumento (59%)

Parte 7
(18 votos)

Agarrás el Instrumento de trapo y… lo zarandeás, apuntando vagamente hacía Talía. Ella retrocede un poco, como confundida, y finalmente empieza a mostrar señales de miedo. No tiene idea de qué puede hacer el Instrumento fuera del contexto controlado del Ritual.

En la confusión, hacés un gesto brusco y Talía cae de espaldas, golpeándose contra una vasija y perdiendo el conocimiento. Agarrás el cuchillo que traía en el cinturón y soltás el Instrumento, que no parece haber tenido ningún efecto especial.

En eso, las otras ocho Comededos llegan al Campamento.

—¿Dónde estás, Festín? —dice Euterpe con su voz ronca— Te estamos esperando.

  • Usar a Talía de rehén (33%)
  • Comerle los dedos (67%)

Parte 8
(13 votos)

—Vení un cacho —te llama tu novia desde afuera—. El cielo está hermoso.

Estabas bastante preocupada por la búsqueda del alicate, pero sabés que puede esperar. Estas vacaciones te están ayudando a entender todas las cosas que, aunque no lo parezca, pueden esperar. Respirás hondo y salís de la carpa sonriendo.

Te acordás de esa otra carpa, hace casi exactamente un año, de la que saliste moviéndote lento, con el corazón a mil por hora y la boca llena de sangre. Euterpe se había quedado sin palabras. Urania avanzó un poco en señal de amenaza pero Clío la detuvo con un gesto. Escupiste un meñique de Talía en la tierra y estaba claro que ya no te podían hacer nada: eras una de ellas.

Mirás al cielo. Está hermoso. Tu novia levanta las cejas como diciendo “¿viste?” y vos la abrazás fuerte. Aquella noche te fuiste del Campamento sin mirar atrás en dirección al pueblo más cercano. Esta mañana te sentás sobre un tronco y empezás a prender el fuego para preparar el almuerzo.

  • Y colorín colorado (77%)
  • Este cuento se ha acabado (23%)